Con frecuencia existe en nuestras vidas una verdadera lucha. En el colegio, en el trabajo, en nuestras relaciones sociales. En total, muchos momentos de la vida son difíciles. Desde pequeñas crisis hasta grandes huracanes. La vida es “chula”, pero no necesariamente sencilla.
La perseverancia es de largo plazo y de profundidad. Preferimos el bien inmediato. El punto es que con la perseverancia, debemos tener la fortaleza de no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo, a cambio de obtener algo más grande y mejor en el futuro. Si vemos la vida con superficialidad entonces nos dejaremos llevar por las cosas inmediatas.
Cuando hablamos de perseverancia, podemos pensar por ejemplo en nuestros propósitos de “Año Nuevo”.
La lista de año nuevo, y cualquier propósito que emprendamos debería estar planificado antes que posible por verificar las posibilidades de tener éxito.
Tal vez no lo logremos nuestros objetivos de inmediato o a medio plazo, pero - me parece - que es importante disfrutar sobre la marcha y notar esos pequeños avances aunque todavía no hemos logrado hacerlos realidad esos objetivos en su totalidad.
“¡El que persevera alcanza!”
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