He pensado mucho sobre el tema y he llegado al la conclusión que hay que intentar de evitar de generalizar.
Cada afectado continua su vida después de estar diagnosticado definitivamente con el TAB de una manera distinta. Hay muchas maneras de aceptar esa enfermedad.
Voy a contar un poco de mi evolución en relación con la aceptación de mi TAB. Pues primero tenia un episodio depresivo con intentos de suicidios. La verdad que no tenia ni idea que me pasaba ni querría saberlo cuando lo había superado. Ignoraba mi estado. Después tenia un episodio maniático con mi primer ingreso en el psiquiátrico. Tenía 17 años y los psiquiatras diagnosticaban una psicosis. Pensaban que tenia problemas con drogas. Se equivocaban y tampoco tenia esquizofrenia, como ellos sospechaban.
El psicofarmaco haloperidol me dejaba “zombie” y me sentí fatal cuando volví a casa. No salí de la cama meses, mi madre me dejaba la comida al lado de la cama, etc. Cumpliendo 18 años querría saber que me pasaba, esquizofrenia no me podía creer. La verdad era un error, quedarme en el psiquiátrico, esta vez voluntariamente. Me hicieron mil pruebas y probaron cienes de psicofarmacos. Sin éxito, me trasladaron a un psiquiátrico más avanzado y de él a otro que era lo peor que había visto hasta aquel momento.
Voy a cortar aquí porque no quiero profundizar tanto, es que siempre si pienso en eso me pongo de mal humor.
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